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My Vintage Dress: una marca de vestidos de noiva que apuesta por la sostenibilidad y la inclusión

Por Alicia Gouveia, de 😆 Vogue

Fecha de publicación: 25/05/2024

En 2024, ya no basta que un vestido de novia sea solo hermoso, con acabado impecable y 😆 confeccionado con materiales finos. Ante la necesidad de abordar y poner en práctica términos como circularidad, consumo consciente, sostenibilidad y 😆 upcycling, cada vez más novias buscan marcas que combinen expertise y responsabilidad socioambiental al momento de decir "sí" al vestido 😆 ideal. Es aquí donde etiquetas como la paulistana My Vintage Dress ganan espacio.

Fundada en 2012 por la dupla de estilistas 😆 Camila Rossi y Vanessa Corraini, la marca nació del deseo de modernizar el universo de moda de novia, tan clásico 😆 y tradicional. "Al principio, comprábamos vestidos usados de marcas nacionales e internacionales para alquilar. De ahí surgió el nombre, nuestro 😆 concepto y lenguaje", recuerda Camila en entrevista con Vogue Brasil. "En los primeros años, sin embargo, algunas clientas comenzaron a 😆 pedir que diseñáramos modelos exclusivos, confeccionados a medida", agrega Vanessa.

El éxito de los diseños propios fue tal que pronto las 😆 socias interrumpieron el alquiler de prendas de terceros y concentraron toda la atención en la creación. "Aunque realizábamos una curaduría 😆 de vestidos de otras marcas para alquilar ya teníamos un estilo de diseño bien definido. Valoramos mucho el trabajo manual, 😆 los encajes y la chantilly. Tenemos vestidos que combinan, en un solo modelo, más de 40 tipos de encaje", cuenta 😆 Vanessa.

"Además de eso, apreciamos el confort de la novia y, por eso, atraemos a un público que no se ve 😆 representado en otras marcas. Hace años, cuando temas como diversidad e inclusión aún no estaban sobre la mesa, ya llevábamos 😆 editoriales con novias tatuadas, de cabello rapado... En fin, que se salen del estereotipo. Algo más real, para todos y 😆 para todos los amores", completa Camila.

Prácticas de sostenibilidad incorporadas a la confección

Doce años después, Camila y Vanessa no solo desarrollan 😆 colecciones completas hechas a partir de diseños propios sino que también cuentan con un taller de confección propio. Y detalle 😆 importante: compuesto 100% por mujeres, información que la dupla comparte con orgullo. Además de esto, todo el operativo de la 😆 marca está pensado desde la perspectiva de la sostenibilidad.

"El vestido de novia es una prenda que, supuestamente, solo usamos una 😆 vez. Aplicar una lógica de moda circular en este segmento de la industria tiene todo el sentido. Por eso, hasta 😆 hoy, trabajamos con diversos formatos de contratación, desde el primer alquiler hasta el alquiler hasta la venta. Así, podemos extender 😆 la vida útil de esa prenda en hasta cuatro veces, evitamos derroches y, al final, aprovechamos sus sobras para crear 😆 nuevas cosas", detalla Camila.

Vanessa explica que la reutilización de materiales -también conocida como upcycling- hace parte de la práctica cero 😆 basura de la marca.

"Todo es...